sábado, 14 de mayo de 2011

"BIELSA: PENSAMIENTOS DE FUTBOL"

“Yo soy un convencido de que hay que saber jugar mal. Y para eso, lo primero que se debe hacer es aceptar ese hecho no deseado para llevar el partido a un terreno neutro e intentar mejorar desde allí”.
 “Me importa muchísimo ganar y para eso quiero que mis equipos jueguen bien, pero entiendo que se puede no ganar y que eso no necesariamente tiene que significar un fracaso. El fútbol no es una cuestión matemática”.
 “Nosotros tenemos que reconstruir una sensación, algo muy profundo: remitimos a los 14 años, cuando en el barrio nos tocaba jugar contra aquellos rivales a los que les teníamos bronca y no nos importaba nada más que eso, ni el lugar, ni la hora, nada. Porque lo único que nos interesaba, justamente, era jugar”.
 "No ganar y ganar no es lo mismo, pero ningún éxito inmuniza"
 “Nunca me dejé tentar por los elogios. Los elogios en el fútbol son de una hipocresía absoluta. El fútbol está concebido así, tiene que haber o una gran alegría o una gran tristeza. Derrota o victoria, sangre o aplauso son valores muy caros al ser humano. Entonces, en el fracaso sufro mucho la injusticia del trato, no logré nunca dominar eso. Siempre sufro mucho cuando perdemos y cuando soy maltratado, pero sí logré no creerme la duración del éxito. Como no se revisa por qué ganaste, da lo mismo, te adulan por haber ganado no porque mereciste ganar, por el recurso por el ganaste, entonces tuve claro siempre que esa franela, porque ése es el término, es impostora”.
 No permitan que el fracaso les deteriore la autoestima. Cuando ganás, el mensaje de admiración es tan confuso, te estimula tanto el amor hacia uno mismo y eso deforma tanto. Y cuando perdés sucede todo lo contrario, hay una tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, sólo porque perdiste. En cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados, eso sí es lo importante; lo importante es el tránsito, la dignidad con que recorrí el camino en la búsqueda del objetivo. Lo otro es cuento para vendernos una realidad que no es tal.
 “ El mérito está en advertir y saber que el jugador normal va a ser bueno"
 “No estoy de acuerdo con eso de separar ganar y jugar bien. No es justa la división de la jerarquía de los recursos y de la victoria como hechos independientes. No hay camino más corto y agradable como la belleza del juego… Se escucha mucho la pregunta ganar o jugar bien. Creo que debería ser una afirmación: jugar bien para ganar y no una interrogación entre dos opciones”.
 “Yo tengo un profundo amor por el fútbol, por el juego, por la esquina, por el baldío, por el picado, por la pelota. Y desprecio todo lo añadido, todo lo que le fueron agregando para convertirlo extrañamente en deseado.
 “Sé que la alegría de un triunfo en un partido dura cinco minutos, termina el partido y hay una sensación de efervescencia, una sensación de la adrenalina al tope que genera excitación y felicidad. Pero son apenas cinco minutos y después hay un vacío enorme y grandísimo. Y una soledad indescriptible”.
 “Los momentos de mi vida en los que yo he crecido tienen que ver con los fracasos; los momentos de mi vida en los que yo he empeorado, tienen que ver con el éxito. El éxito es deformante, relaja, engaña, nos vuelve peor, nos ayuda a enamorarnos excesivamente de nosotros mismos; el fracaso es todo lo contrario, es formativo, nos vuelve sólidos, nos acerca a las convicciones, nos vuelve coherentes. Si bien competimos para ganar, y trabajo de lo que trabajo porque quiero ganar cuando compito, si no distinguiera qué es lo realmente formativo y qué es secundario, me estaría equivocando”.
 “Es difícil que los técnicos estén dispuestos a aportar a la Selección algo más que sus jugadores. Y es una pena que no lo hagan para enriquecer el fútbol argentino. Es como si no entendieran que hubo estratos superiores en las sociedades, que fueron capaces de producir cambios mucho más profundos. Y no se está hablando de fútbol, claro. ¿Por qué entonces no se puede juntar un puñado de técnicos? Quizá la soberbia pueda más e impida colaborar para dar este reclamado salto de calidad.
 “Comprendí que el fútbol es mi profesión y no mi vida”.
 “Los grandes fracasos también acuñan próximos triunfos”.
 “Yo no me propuse grandes cosas. En el fútbol ningún proyecto puede ir más allá de una semana porque siempre espera un rival que quiere bajarnos”.
 “He notado que los equipos que no juegan con un volante central de ataque (un enganche) sufren mucho para crear juego”.
 “Una cosa es la técnica y otra el talento. Meter una pelota al claro, requiere sólo de técnica, es algo que está al alcance de cualquiera. Tener la visión para hacerlo en el momento justo, con la velocidad y el efecto necesarios, precisa de la flama del talento”.
 “La transmisión oral no alcanza para producir modificaciones en el fútbol”.
 "Uno vive y necesariamente necesita jerarquizar virtudes, decir éstas son las virtudes que rescato en los demás y quisiera para mí, que respeto, que valoro. A mí el deporte me dio ese parámetro. Yo aprendí por el deporte que la generosidad era mejor que la indiferencia, aprendí el valor de la significación del coraje, aprendí la importancia del esfuerzo y aprendí lo trascendente de la rebeldía. Son los tres o cuatro elementos con que yo después traté de orientar mi vida. No necesariamente tienen que ser ellas las elegidas, pero sí es indispensable que uno sepa cuáles son las virtudes alrededor de las cuáles quiere vivir."
Pero ellos no son los únicos responsables: ¿cuál es el soporte que brindan los dirigentes? Todo se vincula.”
 “Para conseguir el éxito es inevitable el sufrimiento y la humildad”.